La Politica y el gran impacto de las Redes Sociales y los medios de comunicación en línea.

La Politica y el gran impacto de las Redes Sociales y los medios de comunicación en línea.

La Politica y el gran impacto de las Redes Sociales y los medios de comunicación en línea.

Francisco José Castillo
[email protected]

Publicado: Enero, 2016

La culminación de un año y el inicio de otro siempre es momento propicio para la reflexión, tanto interna, como del medio que nos rodea. Es momento para plantearnos nuestros actos y meditar sobre sus consecuencias. De la misma forma podemos detenernos a pensar en la gestión de Gobierno y si esta de verdad satisface el bien común, sobretodo en un momento en que dicha gestión es ampliamente criticada, críticas que llegan muy rápidamente a nuestros oídos debido a la tecnología y conectividad que a los pocos segundos nos permiten saber los últimos hechos.

La realidad es que los tiempos han cambiado y el estar inmersos en un mundo globalizado que provee comunicación ilimitada y al instante, quizás impensable para nuestros abuelos, nos permite estar al tanto de todo lo que ocurre en el mundo con solo un clic, o por qué no, comunicarnos con aquel ser querido que se encuentra al otro lado del mundo.

En fin, podríamos decir que las barreras y fronteras se han roto gracias a las bondades de la tecnología y en los últimos años de las redes sociales.

Ya veíamos, por poner un ejemplo, como a los pocos minutos del atentado en Francia, la noticia se extendía por todo el mundo y como a través de algunas redes sociales las personas que estaban en Francia tenían la posibilidad de notificar  a sus contactos y allegados que se encontraban a salvo.

Gran agonía  y suspenso la que evitaba saber que después de un ataque de esa magnitud, un ser querido se encontraba sano y salvo.

Sin embargo, de la misma forma como tan poderosa herramienta puede ser utilizada para motivos tan nobles, también puede ser utilizada para victimizar, engañar y tergiversar la verdad de manera que el culpable parezca inocente, el ignorante luzca como sabio y el mentiroso como honesto. Es precisamente aquí donde debemos tener cuidado y el suficiente criterio para distinguir la verdad de la mentira, lo correcto de lo incorrecto y lo justo de lo injusto.

Antes de continuar es importante entender la Política como aquella ciencia que trata del gobierno, la organización de las sociedades humanas y su interrelación. Decía Aristóteles que el ser humano  es un “Zoon Politikón” precisamente porque el hombre por naturaleza es un ser político debido a que tiende a vivir en comunidad. Por tanto está obligado a relacionarse y trabajar en conjunto por el bienestar de su grupo.

Teniendo esto claro, entendemos como la política es una realidad intrínseca a todos los seres humanos y que por ende  no escapa del poder y alcance de la tecnología y las redes sociales.

Entendemos ahora por qué llegan a nuestros oídos con mayor facilidad las críticas al Gobierno actual o todo lo que hacen o dejan de hacer quienes forman parte del mismo y están directa o indirectamente obligados a trabajar por un mejor Panamá.

Así nos enteramos nosotros de cómo nuestro presidente da declaraciones exactas o no sobre la realidad del país en el extranjero. De la misma forma se entera el expresidente Martinelli de los procesos en su contra a pesar de que  según él no está al tanto de ellos por no haber sido notificado, cuestión que no entraré a valorar por no ser el punto central de este artículo.

En este punto podríamos detenernos a pensar y seguro encontraríamos muchos más hechos en los que personal del Gobierno se ha visto envuelto para bien o para mal y  de los cuáles nos enteramos al instante por lo que ya mencionábamos.

Lastimosamente el ser humano tiende a destacar lo negativo y no lo positivo, y esto no quiere decir que no haya cosas destacables que rescatar.

Ahora bien, lo que me ha llevado a reflexionar de este tema y creo es lo más peligroso, es cuando se tergiversa la información o se difunde una información errónea con tal seguridad que el que no maneja el tema de fondo a profundidad es capaz de tomar por válida dicha información elevando la figura del transmisor a un grado de conocimiento superior y crucificando al señalado.

Y es que recientemente he visto un video de una persona políticamente expuesta haciendo una ponencia sobre un tema en específico que a todas luces no domina y en el cual implica a un tercero y juega con su reputación haciéndolo parecer el peor criminal, mencionando temas como narcotráfico y lavado de dinero por el hecho de figurar en distintas estructuras legales.

No entraré a valorar si las acusaciones son sustentables  o no, lo que me parece incorrecto es afirmar con tal seguridad un hecho alegando fundamentos teóricos que tienen sus variables en la práctica y que en caso de ser reales existen mecanismos apropiados para canalizar y probar dichas aseveraciones.

Me parece peligroso dado que una acusación informal de este tipo puede perjudicar al acusado, ya que las personas que tienen acceso al citado video, que por cierto son muchas por lo que se explicó arriba del impacto de las redes sociales y los medios de comunicación, pueden hacerse una idea incorrecta del señalado, al que no se le ha probado debidamente nada en su contra y dañar su imagen de forma irremediable, aunque después los estamentos de justicia demuestren que aquella persona era inocente. Un fenómeno del que muchos panameños han sido víctimas.

Me disculpo con los involucrados en este incidente por usar su ejemplo pero es un caso real de como una información errónea pero dada con seguridad puede marcar de forma negativa a una persona, que mañana podría ser alguien cercano a nosotros.

La intención de este artículo no es defender ni martirizar a nadie, sino exponer el papel que juegan la tecnología, los medios de comunicación y sobretodo las redes sociales en la política. Esto a fin que quienes se encuentran en el mundo de la política sean coherentes con sus palabras, procuren siempre la rectitud de sus actos y fundamenten los mismos debidamente.

Como dije antes, podríamos detenernos a pensar y seguro encontraríamos muchos hechos que tal vez antes era imposible enterarnos con la rapidez que lo hacemos hoy en día. La realidad es que la influencia de las redes sociales y los medios de comunicación es tal que puede condenar o salvar a una persona, por lo que quienes tenemos acceso a dicha información debemos tener el suficiente criterio para formarnos nuestra propia opinión y no solo dejarnos llevar por lo que todo el mundo comparte o dice a través de estos nuevos medios de comunicación.